sábado, 5 de enero de 2013

Acceso al mundo mágico


Nuestra mente es una especie de sincronizador preparado para conectar con un tipo de onda determinada, dentro de este tipo de onda existen diferentes grados de intensidad que a su vez determinan una mayor o menor densidad energética, a mayor intensidad de onda mayor  densidad energética, mientras más vibraciones por segundo más material corpóreo es el espacio  con el que sincroniza nuestra mente, de esta forma se establece la siguiente escala de intensidad de ondas:

Ondas Betha: Entre 13 y 20 Vibraciones por segundo.

Ondas Alfa: Entre 8 y 12 Vibraciones por segundo.

Ondas Theta: Entre 4 y 7 Vibraciones por segundo.

Ondas Delta: Entre 1 y 3 Vibraciones por segundo.



Las ondas Betha: Se registran cuando las personas se encuentra volcadas al exterior y en plena actividad mental, en caso de que este estado de activismo, alerta y estrés se prolongué y la persona no sepa desconectar, acabará sufriendo agotamiento nervioso, inquietud, irritación y sensaciones de seguridad, angustia y finalmente paranoia y otras debilidades mentales.

Las ondas  Alfa: Se dan cuando estamos calmados y sucede diariamente antes de dormir, también las podemos desarrollar nosotros mismos y vivirlas conscientemente mientras diversas prácticas de ejercicios físicos mentales, nos  da una sensación agradable, pensamientos etéreos, tranquilos  y despreocupación.

Las ondas Theta: Se produce mediante el sueño y la meditación profunda  creada  mediante el yoga y otras prácticas, en este estado se expande la memoria plástica, la fantasía,  la imaginación, la inspiración creativa y se proyectan las formaciones del subconsciente.

Las ondas Delta: Son las ondas  del sueño profundo,  el trance y la hipnosis profunda, estas ondas son de vital importancia en los procesos  curativos y de fortalecimiento del  sistema inmunitario, pues en este estado el cuerpo descansa totalmente y recupera fuerzas.
Más allá de estas ondas hay un espacio de desconexión total en el cual es casi imposible volver aquí para contarlo, algunos que han estado físicamente muertos durante unos minutos y han vuelto a este mundo, hablan de estado místicos y sus vidas se transforman para siempre, en ese estado no hay onda alguna, es un vacío insondable, dicen quienes  han transitado esos espacios de en algún lugar incomprensible de ese vacío insondable, hay un largo túnel en cuyo final brilla una luz sobrenatural donde todo el tiempo se resume en un instante, donde aguardan antepasados y viejos amigos fallecidos, si llegas hasta allá verás recapitulado toda tu existencia y en esa nueva luz reconsiderarás muchas cosas que has hecho sobre la tierra, cuando vuelves al mundo tras haber estado allá, ya no eres el mismo.

Volviendo a la vida humana, vemos como el plano de los sueños es mucho más sutil que el plano que los humanos  consideran mundo real, es un plano que cuando carece de un Yo firme, es caótico absurdo y delirante, es una especie de vertedero psíquico caótico en el que se amontonan de forma desordenada múltiples  sensaciones, esperanzas, reflejos mentales. También llegamos hallar reflejos de planos que se hallan más allá del mundo humano, de cierto modo es un espacio intermedio.

“Cuando entras en el plano de los sueños con el Yo despierto, los elementos del mundo onírico se estabilizan y todo su caos se pone a tu servicio: Eres un dictador, un mandatario, un gran dictador que vienes para imponer tu voluntad sobre  los elementos”.

En este momento estás tratando con tu poder interior, eres el gran dictador que dispone las potencias de tu ser para que los elementos se estructuren y tomen la forma que tú impones.

Llegado a este punto,  tú tienes la fuerza y el poder para disponer las cosas y para disponer como han de suceder los acontecimientos.

Espíritu= vida.



Detenido el mundo, actúas siempre acorde con el espíritu de la vida, que es la fuerza creadora de la vida, que también es el  bien, pues todo aquello que contraviene de espíritu de la vida es malo, degenerado y debes evitarlo.

“Un creador no cae en vicios ni de actitudes destructivas ni enemigas de la vida, cuanta más fuerza eres capaz de reunir, más incidencia tienes sobre la realidad del mundo físico humano,  por eso debes aprender a reunir la fuerza”.

¿Cómo se consigue esto?
     
      1.   Fortaleciendo y enderezando el cuerpo físico.
      2.   Teniendo una vida sana. 
      3.   Controlando tu mente;  es decir, dominar tu mente y las imágenes mentales como si    
             fueran objetos del mundo exterior.
      4.   Finalmente imponer tu voluntad sobre los placeres y el hedonismo.

      Si eres un verdadero mago debes ser capaz de superar estas pruebas, debes ser capaz de superarte a ti mismo, que quiere decir;  dominar y vencer los vicios, las miserias y hacerte dueño y señor de ti mismo, de lo contrario toda tu magia no sería más que mera superchería y supersticiones  impotentes.  Por todo ello debes vencer tus aspectos demoniacos y desarrollar una voluntad de acero. ­- “El triunfo de la voluntad”. 

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